hay una bóveda
es por dentro de algodón
que recolectaron unos pibes
se lo dieron al arquitecto
por unos pesos
un hueco en cada punto cardinal
es por fuera de marmol, que parece crema pero es durísimo
dicen que ahí dejaste tu corazón
parecido a una remolacha hervida
y que quién se acerca recibe lo que da en forma de reflejo
{no sé quienes dicen eso, disculpá la frase hecha...}
la bóveda en un panteón
con las columnas altísimas, da mucho miedo
automatizaste a las ranas para que canten la alarma
y a tus dientes para que sean perros que muerdan
la puerta se cierra y se abre como todas las puertas
y como todas las puertas importantes tiene su llave
eso por un lado, son lindas metáforas
en realidad tu corazón puede estar corriendo por av libertador
o trepado al techo ondulado de la estación de tren
tu corazón puede ser una frazada
tu corazón puede estar en otro pecho
Yo lo inventé a tu corazón
y me compré buenas zapatillas para correr en su búsqueda
pero ya sabemos que no queremos una achura
quién quiere una tripa sola
la historia está en que no se puede dar más que trozos
pero nos queremos enteros
o nada.
Del panteón salen cuatro pasillos
que su vez se curvan a la izquierda
casi hasta tocarse uno con otro
los cuatro iguales
largos
todo de madera, hay modulares con fotos familiares
mesas servidas, tachos con agua y comida para perros
porta llaveros, fruteras, heladeras, portajabones, abrelatas
medias sucias, camisones, televisores, masetas con malbones, bicicletas
almohadas, tazas, ropa de cama, todo acomodado después del uso.
Se pueden caminar por un largo rato hasta que se terminen
Salen a un jardín
una Casa de vidrio coloreado hay en el medio
rodeado por hectáreas de lilas, berenjenas y rosas
Moras, los hijos de quienes viven ahí son pacíficos
y viven trepados a los árboles
toman jugo de uva.
Hay estatuas de arcilla roja pintadas con las moras pisadas
que queremos de todo esto
yo prendo el equipo, pongo a la música a trabajar
prendo un pucho, prendo un porro, prendo la luz, prendo un sahumerio
abro la canilla, la ventana, la puerta
escribo, quiero regalar una mansión y que parezca demasiado
sin embargo es de papel, y no me parece tierno.
El lugar no tiene cercos ni vigilantes
nadie lo va a encontrar.
La tierra de los caminos está tan lisa que parece de tela
el verde de las copas tan verde, este lugar tan perfecto no es para mi.
la verdad es que estoy pensando en un monoambiente en microcentro.
lo dejamos en la ironía.