grita
la cinta scotch
ato con ella
unas bolsas negras
super-grandes
de residuos
y envuelvoy queda
una negra oruga gigante
en el piso del patio
el pelo tambien negro,
y aún tibio
como grasoso
de patitas de perro
tiesas
que asoma.
atrás mío
mi viejasu mano
en mi hombro
la otra
en la boca.
"bueno che,
ya era hora de que
se fuera"